La teoría de la dominancia cerebral izquierda o derecha se basa en el concepto de lateralización, según la cual los hemisferios controlan funciones cerebrales diferentes y se comunican a través del cuerpo calloso. Cada hemisferio gobierna el lado opuesto del cuerpo. Hace tiempo que se cree que cada función cerebral se localiza dentro de un hemisferio diferente: por ejemplo, el lenguaje se centraliza en el hemisferio izquierdo, mientras que el derecho controla la información espacial y la comprensión visual.
Esta teoría propone que cada personas tiene una dominancia que se ve reflejada en sus habilidades: aseguran que las personas en las que predomina la parte derecha del cerebro son más intuitivas, creativas, subjetivas y que comprenden mejor las emociones, y que aquellas en las que predomina la parte izquierda son más lógicas, analíticas, objetivas y se les dan mejor los números.
Sin embargo, hoy en día se sabe que esa teoría es un poco extrema. Está generalmente aceptado que, gracias a la comunicación a través del cuerpo calloso, ambos hemisferios trabajan conjuntamente. Es verdad que muchos matice se localizan en uno o en otro en particular, pero eso no quiere decir que el único hemisferio responsable del habla sea el hemisferio izquierdo.
(Dra Sandi Mann. La Biblia de la Psicología. Tú, este libro y la ciencia de la mente. Ediciones Gaia. Madrid. 2016)